El reconocido pastor Robert Morris, líder de Gateway Church en Texas y considerado guía espiritual del expresidente Donald Trump, fue condenado por abuso sexual infantil. Los abusos ocurrieron durante la década de 1980 contra Cindy Clemishire, una niña de 12 años que sufrió los ataques durante años.
La noticia, revelada recientemente, provocó conmoción en Estados Unidos y repercusiones internacionales. Morris era una figura clave dentro del movimiento ultraconservador cristiano, con vínculos directos con figuras políticas de peso tanto en el norte como en el sur del continente.
Detalles de la condena y la polémica sentencia
La Justicia del estado de Texas condenó a Robert Morris a 10 años de prisión, aunque solo cumplirá seis meses de cárcel efectiva; el resto lo hará bajo libertad condicional. También deberá registrarse como delincuente sexual y pagar una compensación económica a la víctima.
Según los documentos judiciales, el propio Morris reconoció los abusos tras décadas de silencio y presiones internas dentro de su congregación. La decisión generó críticas de organizaciones civiles y religiosas que consideraron el castigo “insuficiente” frente a la gravedad del delito.
Vínculos de Robert Morris con Trump y Milei
Fundador de una iglesia con más de 30.000 miembros, Morris fue asesor moral de Trump y figura de referencia entre los líderes republicanos. Su influencia trascendió fronteras: en 2024 participó del CPAC (Conservative Political Action Conference), donde compartió escenario con Javier Milei, el español Santiago Abascal y Steve Bannon.
Durante aquel evento, defendió los llamados valores cristianos tradicionales y criticó el “relativismo moral y el socialismo”. Sin embargo, su reciente condena por abuso infantil contradice su propio discurso y genera una crisis de legitimidad dentro del sector ultraconservador.
La voz de la víctima y el debate sobre el encubrimiento
Tras conocerse la sentencia, Cindy Clemishire declaró: “Me quitaron la infancia, la voz y la fe. Pero no me quitaron la verdad”. Sus palabras reavivaron el debate sobre el encubrimiento sistemático de abusos dentro de iglesias evangélicas estadounidenses, muchas con enorme poder político y mediático.
El caso Morris expone las contradicciones del fundamentalismo religioso, donde la retórica de pureza moral convive con prácticas abusivas y estructuras de silencio.
Impacto político y simbólico en América Latina
En América Latina, sectores libertarios y conservadores habían citado a Morris como referente espiritual. Su caída afecta la red de alianzas internacionales que promueven el discurso de moralidad y orden.
La condena del pastor revela una grieta profunda dentro del ultraconservadurismo global: el contraste entre el mensaje de superioridad ética y las prácticas de impunidad que aún persisten dentro de sus filas.