Un control rutinario del Operativo Lapacho derivó en un hallazgo inédito para la Policía y la Justicia Federal: el secuestro de marihuana, hojas de coca y 139 botellas con precursores químicos utilizados para la elaboración de cocaína. La carga ilegal estaba oculta en encomiendas transportadas por un camión de una empresa privada.
El procedimiento se realizó en el puesto de control de 7 de Abril, en Burruyacu, límite con Santiago del Estero. Los efectivos detectaron varias conservadoras cuyo peso llamó la atención. Tras obtener autorización judicial, abrieron los envases y encontraron:
- 400 gramos de marihuana
- 30 kilos de hojas de coca
- 139 botellas con productos químicos para transformar pasta base en cocaína o estirarla para su comercialización
Según el informe policial, las sustancias habían sido enviadas desde la ciudad de Salta y tenían como destino final la provincia de Buenos Aires. “Es la primera vez que secuestramos precursores destinados a la elaboración de cocaína”, destacó el comisario Fabio Ferreyra, jefe del Operativo Lapacho.
Ferreyra remarcó que el uso de encomiendas para el traslado ilegal de mercancías se ha convertido en un modus operandi habitual, aprovechando la falta de controles rigurosos en rutas y terminales.
Entregas vigiladas y necesidad de más controles
El comisario explicó que en lo que va del año se realizaron al menos cuatro entregas vigiladas, un mecanismo que permite seguir el recorrido de la droga hasta que alguien intenta retirarla, con aval judicial. Estas operaciones han sido clave para desarticular maniobras que explotan las debilidades del sistema de control terrestre.
El caso vuelve a poner en agenda la necesidad de reforzar la vigilancia en la región. Semanas atrás, el fiscal federal Rafael Vehils Ruiz insistió en la importancia de instalar radares en el NOA y sistemas de escaneo en puntos estratégicos. “Con controles más exhaustivos por cielo y tierra, los resultados serían considerablemente mejores”, afirmó




