Durante las celebraciones de Nochebuena y Navidad, el Hospital del Niño Jesús de Tucumán asistió a 11 menores que resultaron heridos por el uso de pirotecnia, según informaron fuentes oficiales del centro de salud. A pesar de los casos registrados, las autoridades sanitarias destacaron una disminución significativa de este tipo de accidentes en comparación con años anteriores.
Del total de pacientes atendidos, diez niños recibieron el alta médica tras no presentar lesiones de gravedad, mientras que uno de ellos continuaba internado bajo observación por una lesión ocular y seguía siendo evaluado por el servicio de oftalmología.
La médica pediatra y coordinadora del Servicio de Emergencias del hospital, Nora Aráoz, explicó que en los últimos años este tipo de lesiones “se mantienen estables, con una tendencia a la baja”, lo que consideró un dato alentador. En ese sentido, recordó que en temporadas pasadas se registraban casos de mayor gravedad, incluso con amputaciones de dedos, situaciones que en los últimos tres años “vienen en descenso”.
Según indicó la especialista, los accidentes por pirotecnia afectan principalmente a niños y niñas de entre 8 y 12 años, especialmente durante celebraciones familiares como la Nochebuena. Las heridas más frecuentes se producen en las manos, el rostro y los ojos, y dependiendo de su gravedad pueden dejar secuelas permanentes o requerir cirugías complejas.
Aráoz advirtió que, aunque este año no se registraron cuadros severos, el riesgo siempre existe, sobre todo cuando los fuegos artificiales son manipulados por menores o provienen de fabricación y venta irregular. “Muchos de estos elementos pueden detonar en la mano y provocar lesiones graves, amputaciones o heridas faciales”, señaló.
Desde el Hospital del Niño remarcaron que el centro se encuentra preparado durante todo el año para atender este tipo de emergencias, que no solo se producen en fechas festivas, sino también durante eventos deportivos u otras celebraciones.
Finalmente, la profesional reiteró la importancia de la prevención y recomendó evitar el uso de pirotecnia por parte de menores, recordando que deben estar siempre bajo la supervisión de un adulto. También subrayó que reducir el uso de fuegos artificiales no solo previene accidentes, sino que además protege a personas sensibles al ruido, como quienes padecen trastornos del espectro autista.




