El lunes, el Gobierno argentino concretó una licitación de deuda que permitió retirar $3,7 billones del mercado. Esta medida, impulsada por la Secretaría de Finanzas bajo la conducción de Pablo Quirno, se diseñó para absorber parte del excedente de pesos que había quedado “sueltos” tras una operación anterior de bonos del Tesoro. El objetivo fue evitar que ese dinero presione sobre las tasas de interés o genere volatilidad cambiaria en un contexto preelectoral.
La licitación estuvo dirigida exclusivamente a bancos, con un único instrumento: el bono Tamar. Este se ofreció a un spread bajo del 1% respecto a la tasa mayorista, lo que implicó una tasa real históricamente elevada. Según el Ministerio de Economía, la demanda de dinero no justificaba la liquidez existente, por lo que se optó por esta estrategia de absorción.
A partir de hoy, el Banco Central modificará la forma de calcular los encajes bancarios. Se pasará de un promedio mensual de saldos diarios a una exigencia de cumplimiento diario, eliminando la posibilidad de compensar faltantes entre períodos. Esta decisión endurece el esquema vigente y reduce la flexibilidad de los bancos.
Además, se incrementan transitoriamente los encajes aplicables a depósitos a la vista en bancos del grupo A, fondos comunes de inversión money market y cauciones. Los porcentajes subirán cinco puntos, pasando de 45% a 50% en bancos y de 40% a 45% en FCI y cauciones. Parte de ese aumento podrá integrarse con títulos públicos.
Impacto en tasas de interés y actividad económica
Consultoras como 1816 e Invecq advierten que estas medidas podrían consolidar niveles elevados de tasas de interés en los próximos meses. Esto ocurre en un período crítico, con vencimientos de deuda en pesos por unos $9 billones. Aunque el objetivo oficial es sostener el ancla inflacionaria y frenar presiones sobre el dólar, también se incrementa el riesgo de desaceleración económica.
Por otro lado, la estrategia del Gobierno busca evitar que los pesos liberados circulen hacia destinos que generen inestabilidad. Según Portfolio Personal Inversiones, los “nuevos” pesos irían a licitaciones ad hoc, lo que mantendría las tasas cortas presionadas.