El Gobierno avanza en la reforma del Código Penal y una de las discusiones más sensibles es si la figura del femicidio seguirá vigente como agravante. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, admitió que la definición aún no está cerrada y que entre este lunes y martes se terminarán de tomar decisiones.
La propuesta nació meses atrás, cuando desde Casa Rosada se impulsó un proyecto de “igualdad ante la ley” que planteaba eliminar normativas vinculadas a la discriminación positiva. Incluso el presidente Javier Milei, en Davos, argumentó que el agravante por femicidio implicaría que “la vida de una mujer valga más que la de un hombre”.
La posibilidad de quitar ese concepto abrió un fuerte debate sobre sus efectos en condenados, aunque en el oficialismo insisten en que no generaría beneficios judiciales.
Corrupción y delitos imprescriptibles
Otro punto en discusión es declarar la corrupción como delito imprescriptible. Aunque el rumor tomó fuerza el domingo, Bullrich señaló que aún no está definido, pero no descartó incluirlo.
Lo que sí está confirmado es que funcionarios condenados por corrupción perderán el acceso a jubilaciones de privilegio. En cambio, ya figuran como imprescriptibles delitos graves como homicidio agravado, abuso sexual, trata de personas, terrorismo, narcotráfico y secuestros extorsivos.
Cambios centrales del nuevo Código Penal
El texto, elaborado por Bullrich junto a Sebastián Amerio y María Ibarzábal, ajusta penas y criterios clave:
- Homicidios simples: subirían de un máximo de 25 a 30 años.
- Homicidios agravados: incorporan nuevos supuestos, como magnicidios o crímenes contra docentes en funciones, menores de 16 o adultos mayores de 65.
- Lesiones por conducción imprudente: aumentan las penas a un rango de 2 a 6 años en casos simples.
- Perpetuas sin límite temporal y un nuevo criterio de legítima defensa a favor del agredido.
- La víctima será notificada primero cuando el condenado acceda a salidas o cumpla su pena.
- El Código tendrá alcance nacional.




