Un padre de Yerba Buena descubrió por casualidad que el entrenador de una escuelita de fútbol, identificado como Juan José Sáez (36), enviaba mensajes inapropiados a su hijo. El caso salió a la luz el lunes, cuando el hombre revisó el celular del adolescente y encontró conversaciones con contenido sexual provenientes presuntamente del número del DT.
Alarmado, decidió hacerse pasar por su hijo y continuar el intercambio para reunir pruebas. Luego, organizó un encuentro con el entrenador y alertó a otros padres. Cuando se reunieron para enfrentarlo, Sáez escapó, pero perdió su celular, que quedó en manos del denunciante. Ese teléfono resultó clave: contenía pruebas de grooming hacia otros menores.
La fiscal Alejandra Navarro tomó intervención directa el martes. Hasta el momento, recibió tres denuncias formales, aunque no se descarta que existan más víctimas. Según fuentes judiciales, Sáez habría realizado propuestas sexuales, solicitado videos íntimos y besado sin consentimiento a uno de los chicos.
Ante la gravedad del caso, la Justicia ordenó su detención inmediata y el secuestro de los teléfonos involucrados. Tras varios días de seguimiento, efectivos de la Comisaría de Yerba Buena lograron arrestarlo en Villa Angelina, luego de tareas de vigilancia dispuestas por los comisarios Gustavo Beltrán y Omar Soria.
La noticia del entrenador acosador en Yerba Buena generó indignación social. Durante dos días consecutivos, vecinos y familiares cortaron la avenida Aconquija para exigir su captura. “Queremos que lo detengan y que no vuelva a acercarse a ningún chico”, reclamaban.
El acusado no representaba a ningún club formal, sino que ofrecía clases particulares en plazas y espacios públicos, lo que facilitó el contacto directo con los adolescentes. “Confiábamos en él porque entrenaba en la plaza; nunca imaginamos algo así”, lamentó una de las madres.
La fiscal Navarro continúa con la investigación y el análisis de los dispositivos secuestrados. Los investigadores no descartan más denuncias y advierten que el acusado actuaba con planificación y aprovechando la confianza de los menores.
Por otro lado, especialistas remarcaron que el caso deja una lección sobre la vigilancia digital y el control parental. “Tenemos que estar atentos a lo que hacen los chicos en redes y con quién se vinculan”, señaló una psicóloga local.
El acusado enfrentará cargos por grooming, aunque podrían sumarse delitos de abuso sexual según los resultados de las pericias. La comunidad de Yerba Buena, entre la bronca y el dolor, exige una condena ejemplar.




