Guillermo “Bebe” Acosta, el jugador que más veces vistió la camiseta de Atlético Tucumán, estalló tras una noche para el olvido en el estadio Monumental. El eterno número 8 acusó a los medios de tergiversar los motivos por los cuales el equipo no concentró antes del partido contra San Lorenzo. “Me han hecho sentir como un hijo de puta”, lanzó con furia, visiblemente afectado por la situación interna del club.
Acosta no esquivó el conflicto y apuntó directamente contra los periodistas, a quienes acusó de difundir versiones erróneas. “¿Querés que te lo cuente? Andá el martes o el miércoles al Complejo y te cuento”, desafió, dejando entrever que hay razones profundas detrás del conflicto que aún no salieron a la luz.
La frase, cruda y sin filtros, refleja el nivel de desgaste emocional que atraviesa el referente del Decano. Con 12 años en el club, Acosta se siente traicionado y expuesto. Su reacción no solo sacude al vestuario, sino que deja en evidencia una fractura institucional que va más allá de lo deportivo.