El domingo 26 de octubre, Tucumán se consolidó como uno de los bastiones del peronismo a nivel nacional. Graneros y Burruyacú, dos municipios tucumanos, se ubicaron en el podio de los distritos con mayor diferencia de votos a favor del peronismo. Solo fueron superados por Ramón Lista, en Formosa.
En Graneros, el Frente Tucumán Primero, impulsado por el gobernador Osvaldo Jaldo, obtuvo el 75% de los votos, frente al 14,22% de la lista libertaria. En Burruyacú, el resultado fue similar: 72,86% contra 21,66%. Estos números reflejan una tendencia clara en la provincia, donde el oficialismo local logró una fuerte adhesión.
Además de Tucumán, otras provincias con gobernadores peronistas mostraron resultados favorables para el PJ. En Formosa, el Frente de la Victoria liderado por Gildo Insfrán alcanzó el 85,85% en Ramón Lista. En La Rioja, el Frente Defendamos La Rioja consiguió casi el 70% en General Ortiz de Ocampo. En La Pampa, Curacó aportó un 68,32% al Frente Defendamos La Pampa.
Por otro lado, el total provincial en Tucumán mostró una diferencia más moderada. Jaldo, como candidato testimonial, obtuvo el 50,57%, mientras que la alianza libertaria con el PRO alcanzó el 35,12%, con Federico Pelli como primer postulante.
Municipios tucumanos en el top ten nacional
Además de Graneros y Burruyacú, Simoca y Leales también se destacaron por su alto porcentaje de voto peronista. Simoca registró un 70,41% frente al 19,33% de la lista violeta. Leales cerró el ranking con un 68,2% contra 24,69%.
Estos resultados confirman el arraigo del peronismo en Tucumán, especialmente en zonas rurales y municipios con fuerte presencia territorial del oficialismo. Además, evidencian la estrategia de los gobernadores peronistas de competir con sellos locales, más allá de Fuerza Patria.
¿Por qué Tucumán marca tendencia?
La contundencia del voto peronista en Tucumán responde a varios factores. Por un lado, la estructura territorial del PJ local, con fuerte presencia en municipios. Por otro, la figura de Jaldo, que logró consolidar su liderazgo provincial. Además, la estrategia de diferenciarse de la marca nacional y competir con un frente propio parece haber dado resultados.
El caso tucumano se convierte así en un ejemplo de cómo el peronismo puede sostener su fuerza electoral en contextos de fragmentación política y competencia interna.




