El Banco Central llevó tranquilidad a miles de ahorristas que tienen dólares “cara chica” o billetes antiguos. Con una nueva disposición, eliminó la fecha límite para cambiarlos y explicó cómo funciona el sistema. Acá, las respuestas clave.
¿Qué son los dólares “cara chica”?
Son los billetes de dólares de diseño antiguo, principalmente los de 100 dólares emitidos antes de 1996, que tienen el retrato de Benjamin Franklin más pequeño. También se incluyen billetes gastados o levemente deteriorados.
¿Hay una fecha límite para cambiarlos?
No.
El Banco Central eliminó el vencimiento que estaba previsto para el 31 de diciembre de 2025. Desde ahora, no hay fecha tope para depositar o cambiar dólares “cara chica” en los bancos.
¿Dónde se pueden cambiar?
En los bancos, siempre que la entidad participe del esquema habilitado por el BCRA. Cada banco puede tener sus propios procedimientos, por eso se recomienda consultar antes.
¿Qué puedo hacer con esos dólares?
Tenés dos opciones:
- Depositarlos en tu cuenta en dólares.
- Canjearlos por billetes más nuevos, según la disponibilidad y condiciones del banco.
¿Qué hace el Banco Central con esos billetes?
El BCRA actúa como intermediario.
Los bancos le envían los dólares antiguos o deteriorados, el Banco Central los manda a Estados Unidos para su destrucción y luego importa billetes nuevos como reemplazo.
¿Tiene algún costo para el cliente?
No.
El sistema no tiene costo adicional para los clientes ni para los bancos que participan del programa.
¿Todos los billetes sirven?
No todos. Los dólares deben:
- Conservar más del 50% de su superficie.
- Permitir identificar claramente el valor y las medidas de seguridad.
- Estar relativamente enteros (sin grandes faltantes).
Los billetes muy dañados pueden ser rechazados para el canje, aunque en algunos casos igual pueden depositarse.
¿Conviene apurarse a cambiarlos?
No es necesario.
Al no haber fecha límite, ya no hay apuro. De todos modos, consultar en el banco evita demoras o malos momentos en la ventanilla.
Los dólares “cara chica” siguen siendo válidos, no tienen vencimiento y pueden cambiarse o depositarse en los bancos. La clave es consultar previamente cómo opera cada entidad.




