Un joven de 18 años y un menor de 15 fueron detenidos durante la madrugada de este sábado, acusados de ser los responsables del crimen de la niña de siete años que recibió un disparo en la cabeza mientras jugaba en el patio de la casa de su abuelo, en el barrio San Cayetano de la capital tucumana.
Las capturas se concretaron alrededor de las 3.30, luego de un amplio despliegue policial que logró acorralar a los sospechosos tras varios allanamientos que inicialmente no habían arrojado resultados. La medida fue ordenada por la Unidad Fiscal Especializada en Homicidios I, a cargo del fiscal Pedro León Gallo, con intervención del auxiliar fiscal Lucas Maggio.
Confirmado el paradero de los jóvenes, Maggio autorizó la detención inmediata. En el caso del adolescente de 15 años, se dispuso su traslado al CAD, donde quedará alojado.
Un ataque que impactó al barrio
El hecho ocurrió el jueves 20 de noviembre, alrededor de las 16.20. La víctima, Z.R.V., de 7 años, jugaba con agua junto a otros dos niños en la parte delantera de la vivienda de su abuelo paterno, en la calle Ricardo Rojas, intentando sobrellevar las altas temperaturas de la siesta tucumana.
Según testigos, una motocicleta frenó de manera abrupta frente al domicilio. De ella descendieron cuatro jóvenes, y uno de ellos abrió fuego, realizando al menos cinco disparos. Uno de los proyectiles impactó de lleno en la cabeza de la niña, que estaba sobre su bicicleta. Los demás menores corrieron hacia el interior de la vivienda, pero la pequeña quedó inmóvil.
“Cuando la veo que seguía arriba de la bici, me acerco y ahí cae. Ahí pude ver que tenía el impacto de bala. Empecé a gritar y los vecinos también empezaron a gritar quiénes eran”, relató una tía de la víctima.
Desesperación, traslado y horas críticas
La madre de la niña y su abuelo la auxiliaron en el acto. Debido a la demora de la ambulancia, un vecino los trasladó en motocicleta hasta la Policlínica de San Cayetano. Desde allí fue derivada de urgencia al Hospital de Niños por la gravedad de la herida.
La directora del hospital, Inés Gramajo, informó que la niña ingresó al quirófano, donde se le colocó un catéter PIC y se realizaron procedimientos para tratar una “hipertensión craneana refractaria”.
Durante la mañana del viernes, familiares protestaron en la entrada de Emergencias del nosocomio asegurando que no recibían información médica actualizada. Intentaron quemar cubiertas, pero la Policía intervino para evitar incidentes.
Poco después, los médicos informaron a Claudia, la madre de la niña, que su hija seguía en terapia intensiva, en estado crítico y con asistencia respiratoria. “Es una pesadilla lo que estamos viviendo. Ella no se merecía nada de esto, es una nena que no le hizo mal a nadie”, expresó.
Finalmente, alrededor de las 19.45, la familia fue notificada de que la niña había sufrido muerte cerebral.




