El Jurado de Enjuiciamiento dictaminó la separación definitiva del cargo contra la magistrada Julieta Makintach. Se le imputan cargos graves como incumplimiento de deberes, abuso de autoridad y malversación de fondos.
El escándalo judicial que involucró al juicio por la muerte de Diego Armando Maradona tuvo hoy su capítulo final. Pasadas las 10 de la mañana, el Jurado de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires confirmó la destitución de la jueza Julieta Makintach de su cargo.
La magistrada, que no asistió al Anexo del Senado bonaerense para escuchar el veredicto, fue hallada responsable de las graves acusaciones presentadas por la Procuración General.
Los Cargos que Provocaron la Caída
La causa que motivó el jury se originó a fines de mayo, cuando se difundió el tráiler de un proyecto audiovisual. En ese material, se veía a la jueza ofreciendo entrevistas en su despacho y siendo filmada dentro de la sala de audiencias. Esta difusión terminó provocando la nulidad del debate oral que investigaba las responsabilidades en la muerte del astro.
La acusación principal, sostenida por la fiscal Ana Duarte, señaló que Makintach hizo un uso indebido de recursos estatales en beneficio de un proyecto personal, dañando la independencia del procedimiento judicial. Los cargos formales por los que fue destituida incluyen:
- Incumplimiento de los deberes de su cargo.
- Abuso de autoridad.
- Malversación de caudales públicos.
Durante el proceso, la fiscal la acusó de «mentir, presionar y abusar del poder», postura que fue acompañada por el Colegio de Abogados de San Isidro.
El Final de un Proceso Tenso
El tráiler difundido fue la prueba central del juicio político, que contó con testimonios de relevancia como el abogado Fernando Burlando, el fiscal Patricio Ferrari y Giannina Maradona.
A pesar de que su defensa había solicitado la absolución o, de manera subsidiaria, la aceptación de la renuncia que la jueza había presentado previamente, el jurado de legisladores bonaerenses fue categórico: la destitución marca el cierre —al menos en esta instancia— de un proceso que la mantuvo suspendida, apartada de su cátedra universitaria y con una causa penal en curso en San Isidro. El veredicto cierra así un capítulo que puso en jaque la credibilidad del proceso judicial más sensible del país.




