Este martes, el gobernador Osvaldo Jaldo dejará inaugurada la segunda y última etapa del complejo penitenciario de Benjamín Paz, ubicado en el departamento Trancas. Con la habilitación de cuatro nuevos pabellones, el penal sumará 800 plazas adicionales, alcanzando una capacidad total de 1.600 internos, lo que lo convierte en el establecimiento carcelario más grande y moderno del país.
La obra demandó casi dos años de ejecución y fue financiada mayoritariamente con fondos provinciales, debido a demoras en los aportes nacionales. “Nos costó mucho esfuerzo, mucho sacrificio. La provincia puso una cuota aparte y hoy, gracias a Dios, la estamos terminando”, expresó Jaldo.
Además de ampliar la capacidad de alojamiento, el penal permitirá descomprimir las comisarías, que venían funcionando como centros de detención transitoria por falta de espacio en Villa Urquiza, una cárcel con más de 100 años de antigüedad. “Con esto vamos a tener más policías en la calle para tareas de seguridad preventiva”, agregó el mandatario.