Una seguidilla de suicidios dentro del Ejército argentino encendió todas las alarmas en el Gobierno nacional y reavivó la preocupación por la salud mental en las Fuerzas Armadas. En apenas siete días, tres efectivos se quitaron la vida en distintos puntos del país, lo que motivó la activación de un protocolo de emergencia y contención para todo el personal militar.
El caso más reciente ocurrió en Mendoza, donde Facundo Gabriel Lima, un soldado voluntario de 24 años que prestaba servicios en el Liceo Militar General Espejo, fue hallado sin vida en su domicilio de Las Heras. El joven se encontraba con licencia psiquiátrica desde hacía más de un mes y renovaba el permiso cada 15 días.
Según se informó, la mañana del jueves una médica del Liceo había tomado contacto con él para evaluar su estado de salud. Horas después, su pareja —también integrante de la fuerza— se presentó ante el punto focal de género del instituto para denunciarlo por violencia. Poco tiempo más tarde, Lima tomó la drástica decisión de quitarse la vida, utilizando un arma que pertenecería a su padre, miembro del servicio penitenciario.
Una semana marcada por la tragedia
La muerte del joven soldado se sumó a otros dos episodios ocurridos en los días previos, configurando una de las semanas más críticas para el Ejército en materia de salud mental.
El martes, un efectivo que cumplía tareas de seguridad en la Residencia Presidencial de Olivos fue encontrado sin vida en un puesto interno. La investigación quedó a cargo de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
El miércoles, el suboficial principal Juan Pereira, con 28 años de servicio, fue hallado muerto en el cuartel de la Guarnición Monte Caseros, en Corrientes. Ambos casos también son investigados como suicidios.
Alerta institucional y medidas urgentes
Frente a la gravedad de la situación, el Jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente general Carlos Presti, ordenó la difusión inmediata de un video instructivo elaborado por especialistas en salud mental. El material será enviado a todo el personal civil y militar con el objetivo de brindar herramientas para detectar señales de alerta, acompañar situaciones de crisis y reforzar la contención interna.
Además, el Ministerio de Defensa avanzó en un convenio con el Ministerio de Salud para fortalecer el seguimiento de los efectivos que se encuentran bajo licencias psiquiátricas. La iniciativa busca mejorar los controles, el acompañamiento profesional y la prevención de situaciones extremas.
“Asumí para hacerme cargo de estas tristes situaciones, que nos afectan como sociedad y de manera muy particular a las Fuerzas Armadas”, expresó Presti en un mensaje oficial dirigido al personal.
Investigaciones en marcha y cuestionamientos internos
Mientras la Justicia federal y ordinaria avanza con las pericias correspondientes en cada caso, el Ejército abrió investigaciones administrativas internas para determinar si existieron fallas en los mecanismos de seguimiento, control psicológico o contención de los efectivos involucrados.
En Mendoza, la Oficina Fiscal N.º 1 de Las Heras y la Policía Científica trabajan para esclarecer las circunstancias del hecho. En paralelo, la repetición de estos episodios vuelve a poner bajo la lupa el impacto del estrés laboral, los conflictos personales y la eficacia de los controles de salud mental dentro de una institución atravesada por una profunda crisis.




