La industria metalúrgica profundizó su crisis en octubre, con una caída interanual del 4,6% y un derrumbe de la utilización de capacidad instalada al 44,3%, el nivel más bajo desde los meses más críticos de la pandemia de 2020.
Los datos surgen del informe mensual de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (ADIMRA), que advierte además un retroceso significativo: el sector perdió todo el terreno recuperado desde mediados de 2024 y hoy se encuentra 17,7% por debajo de los máximos alcanzados a mediados de 2023.
José María Sarmiento, presidente de Cámara de la Industria Metalúrgica de Tucumán (CIMT) advirtió que la «la situación en Tucumán es bastante compleja, lo venimos charlando a nivel nacional con Adimra, pero sobre todo se ha visto asentada previo a las elecciones. Agosto y septiembre han sido meses muy malos para nosotros. Además, entre 2024 y 2025 ha habido un 60% de aumento de importaciones a nivel metalúrgico en Argentina y lógicamente nos afecta a nosotros», analizó.
En este contexto, remarcó que «la situación no es alentadora, no es buena, pero si es cierto que hubo un pequeño movimiento post eleccionario». Sarmiento mantiene la expectativa de que muchas inversiones se pongan en marcha. «Esperamos una reactivación para el 2026».

A nivel nacional, «se han perdido unos 16.000 puestos de trabajo. En Tucumán, nosotros hicimos un relevamiento: hubo un descenso de un 15%. No hubo cesanteo, pero si reducción horaria, y la gente se vio afectada a fin de mes».
La curva negativa atravesó escalas empresariales y regiones. No hubo distinciones marcadas entre grandes firmas y pymes, aunque los sectores más rezagados, como Fundición y Autopartes, explicaron gran parte del pesimismo industrial. La baja utilización de la capacidad instalada, cercana a los registros mínimos de la pandemia, acentuó problemas financieros y alentó un círculo de expectativas desfavorables de cara al corto plazo.




