La calma de la tarde del 24 de diciembre se rompió de golpe en el barrio Cardenal Samoré. A las 19:46, cuando muchas familias ya se preparaban para la Nochebuena, un disparo seco resonó en calle La Plata al 2700 y selló el destino de Cristian Isaac González, de 33 años.
González estaba en la vereda de su casa. Afuera. A la vista de todos. En ese momento, una camioneta blanca se detuvo frente al domicilio. Desde el interior del vehículo, un hombre lo llamó. González se acercó. Hubo palabras. Una discusión breve. Y después, el disparo.
El balazo fue directo al tórax. A quemarropa.
Herido de muerte, el hombre fue trasladado de urgencia al Hospital Padilla, pero no sobrevivió. La bala había hecho su trabajo.
La escena quedó cargada de tensión y silencio. Minutos después, el barrio se llenó de patrulleros. El Ministerio Fiscal, a través de la Unidad Especializada de Homicidios II, tomó intervención inmediata. El fiscal Carlos Sale ordenó el despliegue del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF).
Las pericias revelaron una deformación en una pared, lo que hace presumir que el arma utilizada sería calibre 9 milímetros. Un detalle más que se suma a la reconstrucción del ataque.
Según confirmó el fiscal, la esposa de la víctima habría identificado al agresor, un dato clave que ahora guía la búsqueda del homicida, que escapó tras efectuar el disparo.




