Este domingo, pasadas las 8 de la mañana, un violento episodio sacudió al barrio Villa Allende Parque, en la zona noroeste de Córdoba. Según fuentes policiales y vecinos, al menos cuatro personas fueron atropelladas por un auto luego de una pelea frente a un after party clandestino. El hecho ocurrió en la intersección de Rincón de Luna y Arroyo Cabral, donde funciona “La Casita”, un boliche clausurado meses atrás que sigue operando ilegalmente.
La discusión comenzó dentro del local y se trasladó a la calle. Allí, un hombre que habría participado en la pelea regresó en su vehículo y embistió a un grupo de jóvenes, entre ellos dos motociclistas. Luego del impacto, el conductor se dio a la fuga.
Las imágenes captadas por una cámara de seguridad muestran el instante en que el auto embiste a una moto con dos ocupantes y a otros jóvenes que estaban en la calle. Una cuarta víctima, que se encontraba cerca de la vereda, también fue alcanzada por el vehículo, que circulaba a gran velocidad.
La escena terminó en corridas, gritos y una rápida huida de todos los implicados. A pesar de la gravedad del hecho, cuando la Policía provincial llegó al lugar tras el primer llamado al 911, no encontró rastros del incidente ni testigos dispuestos a declarar.
Una hora después, se recibió un nuevo aviso al 911, pero nuevamente los agentes no hallaron evidencia del siniestro. Mientras tanto, un joven de 19 años ingresó por sus propios medios al Hospital de Pronta Atención Cura Brochero con una fractura en el brazo y una lesión nasal. Al ser derivado a otro centro, sus padres se presentaron y el joven se negó a realizar la denuncia.
Vecinos denuncian actividad clandestina en el boliche
Los vecinos del barrio aseguran que “La Casita” funciona como after party desde hace años, a pesar de haber sido clausurado. Denuncian ruidos, peleas y situaciones de riesgo constantes. Este nuevo episodio pone en evidencia la falta de control sobre locales nocturnos que operan fuera de la ley.
Además, la ausencia de denuncias y la fuga del agresor dificultan el avance de la investigación. Por otro lado, el silencio de los involucrados refuerza la impunidad en este tipo de hechos.