El Ministerio Público Fiscal logró que los seis miembros de una organización criminal dedicada al robo y comercialización ilegal de camionetas de alta gama fueran condenados. La última sentencia recayó sobre Juan José “Sotina” Lizondo, de 48 años, quien recibió tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo y deberá resarcir con $3 millones a cuatro víctimas.
La audiencia se realizó este martes 4 de noviembre y estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos III, conducida por Carlos Picón. El acuerdo de juicio abreviado fue presentado por el auxiliar de fiscal Pablo D’Andrea, y contó con la adhesión de la querella.
Lizondo fue condenado por los delitos de miembro de una asociación ilícita y hurto agravado doblemente calificado por la sustracción de vehículos dejados en la vía pública y el uso de llaves falsas o instrumentos semejantes, en calidad de coautor.
El juez interviniente declaró admisible el acuerdo y ordenó el alojamiento del condenado en el servicio penitenciario, además de declararlo reincidente, dado que ya había sido condenado en 2017 en Santiago del Estero a seis años de prisión.
“Es la última condena en el marco de este legajo. Queda pendiente la investigación en Córdoba, donde hay dos personas con pedido de captura”, informó D’Andrea.
Una organización altamente tecnificada

A lo largo del proceso, se comprobó que la banda operaba entre junio y agosto de 2024 en Tucumán, y que su principal objetivo era la sustracción sistemática de camionetas Toyota Hilux. Los vehículos robados eran luego trasladados y vendidos ilegalmente en Córdoba, el norte argentino y Bolivia.
Los acusados actuaban de forma organizada y permanente, con un claro reparto de funciones. En algunos casos, ocultaban los rodados en cocheras de domicilios rurales, donde esperaban las coordinaciones para su venta fuera del país.
Según describió el fiscal auxiliar, la banda utilizaba equipos electrónicos de última generación para vulnerar los sistemas de seguridad.
“Hay imágenes donde se ve a los delincuentes dentro de una Hilux manipulando un dispositivo digital que permite generar una llave en menos de dos minutos. Con solo tener buena conexión a internet, lograban abrir y arrancar las camionetas”, explicó D’Andrea.

Una estructura desarticulada
Además de Lizondo, fueron condenados anteriormente Alan Daniel Ahumada (considerado el jefe del grupo), Luis Exequiel Nieva, Leyla Denise Romano, Claudia Beatriz Otarola y Pablo Daniel Ahumada.
La investigación permitió desarticular a esta asociación ilícita profesionalizada, que contaba con conexiones en otras provincias y en el extranjero, y que se dedicaba al robo, ocultamiento y posterior venta ilegal de vehículos de alta gama.




