No hubo giro ni sorpresa. La Justicia resolvió extender la prisión preventiva de Santiago Leonel Budini por 91 días, hasta el 23 de marzo, y el acusado seguirá detenido por el crimen de Federico Toledo, el joven asesinado a la salida de un boliche de avenida Sarmiento al 1200.
La decisión se tomó este lunes 22 de diciembre, durante la audiencia de prórroga de la medida de coerción. El pedido fue formulado por la Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, a través de la auxiliar de fiscal Luz Becerra, quien sostuvo que persisten los riesgos procesales que justificaron la detención desde un primer momento.
Afuera de los Tribunales Penales, la escena volvió a repetirse. Familiares y amigos de Federico esperaron la resolución y, al conocerse, rompieron en llanto. No fue alivio. Fue dolor. El mismo que arrastran desde la madrugada del 20 de septiembre, cuando el joven de 20 años murió tras una agresión brutal.
Según la imputación, el hecho ocurrió alrededor de las 6 de la mañana, cuando Toledo se encontraba con amigos frente al boliche Howards. En ese contexto se produjo una discusión con Budini que escaló rápidamente. La Fiscalía sostiene que el acusado, con conocimientos en boxeo, taekwondo y artes marciales mixtas, se representó la posibilidad de provocar un resultado letal y aun así avanzó.
Primero golpeó a Mateo Marti, a quien le provocó una fractura en la nariz. Luego, le asestó un golpe certero en el rostro a Federico Toledo, que cayó pesadamente al suelo y murió en el lugar como consecuencia del impacto. La autopsia preliminar confirmó traumatismo encefalocraneano grave y hemorragia subaracnoidea, lesiones compatibles con la agresión.
Pero el ataque no fue el final. Para la Fiscalía, la conducta posterior del imputado agrava aún más el cuadro. Tras el golpe mortal, Budini se dio a la fuga, regresó minutos después y lo hizo con una actitud provocadora. Según se expuso en audiencia, gritó burlonamente: “ahora le van a tener que soplar el culo a tu amigo” y volvió a retirarse del lugar. Ese comportamiento fue considerado de extrema gravedad.
Budini está imputado como presunto autor de homicidio simple con dolo eventual, en perjuicio de Toledo, en concurso real con homicidio simple con dolo eventual en grado de tentativa, por la agresión a Marti.
Durante la audiencia, la Fiscalía remarcó que aún restan producirse pruebas clave: el informe definitivo de autopsia, pericias complementarias, análisis de cámaras de seguridad de la zona, pericias químicas y nuevas declaraciones testimoniales. A eso se suma la expectativa de pena y los riesgos de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
El juez interviniente hizo lugar al planteo fiscal y fue claro. La preventiva se extiende y Budini continuará alojado en una unidad del Servicio Penitenciario hasta el 23 de marzo.
Para la familia de Federico Toledo, la causa sigue su curso. La herida, no.




