La arquitecta Brenda Barattini, condenada en 2019 a 13 años de prisión por tentativa de homicidio tras mutilar los genitales de su amante en Córdoba, obtuvo la libertad condicional y podrá regresar a Comodoro Rivadavia, su ciudad natal, para vivir junto a su madre y trabajar.
El beneficio fue otorgado por el Juzgado de Ejecución luego de analizar informes favorables y considerar los cursos educativos y laborales que Barattini realizó durante su tiempo en la cárcel de Bouwer.
El ataque que conmocionó a Córdoba
El hecho ocurrió el 25 de noviembre de 2017 en un departamento de Nueva Córdoba. Durante un encuentro íntimo, Barattini atacó a su amante con una tijera de podar que había escondido debajo de la cama. El hombre estaba indefenso, con los ojos vendados, cuando sufrió la mutilación.
Tras la agresión, logró escapar y pedir ayuda. Una vecina enfermera le practicó los primeros auxilios y evitó que se desangrara. La investigación halló la tijera, cartas y anotaciones que evidenciaban un plan, además de pruebas en dispositivos electrónicos.
La fiscalía cambió la carátula a intento de homicidio y el tribunal integrado por Mónica Traballini, Ítalo Vitozzi y Mario Centeno la condenó a 13 años de prisión. Además, se ordenó una indemnización económica a favor de la víctima.
¿Por qué salió antes de cumplir la condena?
La condena original vencía en noviembre de 2030, pero Barattini podía acceder a la libertad condicional desde noviembre de 2026. Finalmente, recuperó la libertad casi un año antes gracias a la reducción de 10 meses y tres días obtenida por estudios y capacitaciones dentro del penal.
El trámite se demoró varias semanas por las evaluaciones exigidas por la Justicia. El juez de Ejecución Facundo Moyano Centeno otorgó el beneficio tras una audiencia en Tribunales 2.
Condiciones y futuro de Barattini
Entre las exigencias impuestas:
- Fijar domicilio en Comodoro Rivadavia.
- Someterse a tratamiento psicológico ambulatorio.
- Reportarse mensualmente ante la Agencia de Supervisión (patronato del liberado).
- Cumplir una orden de restricción: no acercarse a menos de mil metros de cualquier lugar donde pueda estar la víctima.
Si incumple alguna de estas condiciones, podría volver a prisión hasta el final de la condena, en noviembre de 2030.




