La recta final del torneo de la Liga Tucumana de Fútbol quedó envuelta en una crisis inesperada. El cuerpo arbitral, nucleado en UADA y SADRA, anunció un paro por tiempo indefinido ante la falta de pago por parte de varios clubes afiliados. La medida afecta a todas las categorías principales: Primera A, Primera B, Reserva y Sub-20.
Los árbitros decidieron suspender su labor luego de reiterados reclamos al Comité Ejecutivo de la Liga, exigiendo que las instituciones regularicen sus deudas. Al no recibir respuesta ni los pagos acordados, resolvieron no dirigir los partidos programados hasta que se cancele la totalidad de lo adeudado.
La decisión pone en riesgo la disputa de la última fecha de la Zona Campeonato, clave para definir tanto el título como los descensos. La Liga enfrenta un escenario complejo: sin árbitros, la pelota no puede rodar y el torneo queda en suspenso.
El conflicto expone una problemática estructural que se arrastra desde hace meses y que ahora estalla en plena definición. La postura del cuerpo arbitral busca visibilizar la precariedad del sistema y exigir condiciones mínimas para continuar con su labor.