La detención de Facundo Ale, hijo de Ángel “El Mono” Ale, destapó una presunta red narco vinculada a la barra brava de San Martín y a una escalada de violencia que sacude Tucumán entre los clanes Ale y Los Gardelitos. El joven fue capturado, según la policía, en un operativo cinematográfico tras intentar entregarse con garantías, mientras su padre gritaba: “Por mi hijo se descubrió una banda de narcotraficantes”.
La investigación, que comenzó por una balacera en una fiesta electrónica en Tafí Viejo, derivó en el hallazgo de armas largas, chalecos antibalas, cocaína y marihuana. El fiscal Mariano Fernández reconoció que el caso superó las expectativas iniciales y reveló vínculos entre los Ale, “Los Gardelitos” y otros actores del submundo narco.

La interna por el control de la barra brava de San Martín se convirtió en un campo de batalla. En diciembre, una bandera colgada en La Ciudadela acusó a “Chuky” Casanova y “Petiso David” Lobo de ser una “pareja transa narcotraficante”. La causa ya tiene más de una docena de imputados, y se esperan nuevas detenciones.
El clan Ale, históricamente vinculado a delitos federales, vuelve a quedar en el centro de la escena. La entrega de Facundo, con rosario al cuello y rodeado de periodistas, recordó viejas estrategias del “Mono” para negociar con la Justicia. El clima de venganza se percibe en redes, mientras la Policía sigue buscando armas que aún no aparecen.