El ex ministro de Defensa, Oscar Aguad, expresó su preocupación por la reciente designación del teniente general Carlos Presti al frente del Ministerio de Defensa, al considerar que podría contravenir la legislación vigente y el rol que deben cumplir las Fuerzas Armadas en una democracia.
Aguad calificó la designación como un “error” y algo “novedoso”, ya que Presti se convierte en el primer militar en actividad en ocupar ese cargo durante un gobierno democrático en Argentina. El principal reparo se centra en que, según la ley, un militar en actividad no puede involucrarse en política. Por eso, Aguad sugirió que Presti debería pasar a retiro antes de asumir, para evitar confusiones sobre la función de las Fuerzas Armadas: “No pueden adherir a ningún gobierno de turno; son un instrumento de defensa”, afirmó.
Un rol apolítico y profesional
El ex funcionario explicó la diferencia entre la función política del Ministro de Defensa, que forma parte del gobierno, y el rol apolítico de las Fuerzas Armadas. Aguad remarcó que la situación se solucionaría si Presti renunciara a su cargo militar y asumiera como civil, señalando que “el presidente tiene que aceptar la renuncia de un teniente general”.
Aguad comparó el caso argentino con otros regímenes, como el chavismo, donde las Fuerzas Armadas están integradas al aparato político. Incluso durante gobiernos anteriores, como el kirchnerismo, sostuvo, no se logró una integración militar directa al Ministerio de Defensa, ni con el general César Milani.
Aunque descartó que la situación institucional actual propicie una participación política de los militares en Argentina, el ex ministro enfatizó la necesidad de claridad institucional: “Las Fuerzas Armadas de la Argentina están adheridas absolutamente al sistema democrático”, concluyó.




