El Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) resolvió dar por cumplida la sanción impuesta a Andrés Fassi, presidente de Talleres de Córdoba. De esta manera, dejó sin efecto la inhabilitación que pesaba sobre el dirigente tras los incidentes ocurridos en la Copa Argentina.
La decisión representa un alivio institucional para el club cordobés, ya que Fassi recuperó plenamente la posibilidad de ejercer sus funciones al frente de la entidad.
Los motivos del levantamiento de la sanción
El fallo se apoyó en tres factores centrales: el tiempo transcurrido desde los hechos, el pedido de disculpas públicas del dirigente y los criterios de razonabilidad previstos en el Código Disciplinario.
Fassi había recibido una suspensión de 24 meses tras el episodio ocurrido el 7 de septiembre de 2024, luego de un partido de Copa Argentina frente a Boca Juniors. En ese contexto, mantuvo un fuerte enfrentamiento con el árbitro Andrés Merlos.
La denuncia ante la IGJ y la falta estatutaria
A ese hecho se sumó otra falta considerada grave por el Tribunal. El presidente de Talleres intentó frenar una asamblea de la AFA mediante una denuncia ante la Inspección General de Justicia (IGJ). Lo hizo sin recurrir previamente a los organismos deportivos, lo que fue interpretado como una violación a los estatutos de la entidad.
Pese a ello, el Tribunal evaluó que ya había transcurrido más de un año desde el episodio y que el dirigente mostró una actitud reparadora.
Las disculpas públicas y el gesto institucional
Las disculpas de Fassi se produjeron durante una conferencia de prensa brindada en septiembre. Allí reconoció su error y calificó el episodio como uno de los momentos más difíciles de su vida en el fútbol.
También pidió disculpas al presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y remarcó que las instituciones deben estar por encima de las personas.
Tras ese gesto, Tapia aceptó una invitación para visitar el predio de Talleres. Durante la recorrida, destacó el trabajo que el club desarrolla en sus divisiones inferiores, en una señal de distensión institucional.
Un conflicto que excedió lo disciplinario
Con esta resolución, la AFA no solo dio por finalizado el castigo. También puso punto final a un conflicto que había escalado al plano político e institucional dentro del fútbol argentino.
La relación entre Fassi y la conducción de la AFA ya venía deteriorada. El dirigente se había manifestado a favor de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y en contra de la anulación de los descensos.
En ese marco, impulsó una acción legal ante la IGJ para cuestionar la Asamblea en la que Tapia fue reelecto. Además, recibió respaldo político tras reunirse con el presidente Javier Milei, quien se expresó a favor del modelo SAD.




