La Unión Europea (UE) anunció salvaguardias para sus agricultores con el objetivo de acelerar la aprobación del acuerdo de libre comercio con el Mercosur. La medida llega tras 25 años de negociaciones y en medio de una caída en las exportaciones europeas hacia Estados Unidos, afectadas por nuevos aranceles.
La Comisión Europea comunicó que investigará cualquier denuncia de daño al sector agrícola presentada por un Estado miembro. Además, se comprometió a controlar las importaciones de productos sensibles como carne vacuna, pollo y azúcar provenientes de Sudamérica.
Presiones internas y oposición agrícola en Francia y Polonia
En países como Francia y Polonia, los agricultores han presionado a sus gobiernos para rechazar el acuerdo, conocido informalmente como “vacas por autos”. Temen una avalancha de productos sudamericanos y la entrada de alimentos tratados con pesticidas prohibidos en la UE.
El ministro de Comercio francés, Laurent Saint-Martin, consideró que la cláusula de salvaguarda “avanza en la dirección correcta”, aunque advirtió que Francia evaluará en detalle su eficacia. Por su parte, el principal sindicato agrícola francés (FNSEA) llamó al presidente Emmanuel Macron a mantener la defensa de la “soberanía agrícola”.
Impacto económico del acuerdo UE-Mercosur
El tratado conformaría un mercado de 700 millones de personas y potenciaría las exportaciones europeas de bienes industriales y agroalimentarios. Bruselas estima que las ventas hacia el Mercosur podrían crecer hasta un 39%, alcanzando los 49.000 millones de euros anuales y respaldando más de 440.000 empleos.
Además, se proyecta una rebaja de aranceles en productos como vino, chocolate y aceite de oliva. Sin embargo, los productores sudamericanos no podrán usar denominaciones de origen europeas como “queso feta” o “jamón de Parma”.
Compensaciones y mecanismos de protección agrícola
La Comisión Europea amplió el fondo de compensación de emergencia para cubrir disrupciones de mercado y daños climáticos, que alcanzará casi 1.000 millones de euros anuales. También se estableció que si las importaciones aumentan un 10% o si los precios caen por debajo de ese umbral, se iniciará una investigación.
Por otro lado, el acuerdo permite suspender o revertir la liberalización arancelaria si se demuestra perjuicio al sector agrícola. Italia, al igual que Francia, evaluará las salvaguardas antes de decidir su apoyo.
Un pacto en la recta final, pero con obstáculos
Para frenar el tratado, se necesitaría el rechazo de al menos cuatro Estados que representen el 35% de la población de la UE. Mientras tanto, la industria automotriz europea respalda el acuerdo por la eliminación de aranceles, destacada por Mercedes-Benz.
Bernd Lange, presidente de la comisión de comercio del Parlamento Europeo, se mostró optimista: “Será un maravilloso regalo de Navidad para el mundo”, afirmó, confiando en que el comercio puede basarse en asociaciones democráticas y constructivas.