El Ministerio Público Fiscal de Tucumán enfrenta una batalla judicial que parece estancada. A pesar de haber iniciado más de veinte causas por incendios intencionales en cañaverales y pastizales, los jueces se niegan a dictar prisión preventiva contra los acusados. La última intervención ocurrió en Mancopa, donde tres hombres fueron sorprendidos apilando material de desmonte para prender fuego. La rápida acción de los Bomberos Voluntarios de Bella Vista evitó que las llamas alcanzaran los bosques nativos y un cañaveral.
La fiscala Mariana Rivadeneira ordenó la aprehensión de los sospechosos, pero en la audiencia de cargos, la jueza interviniente rechazó el pedido de prisión preventiva. Alegó falta de pruebas sobre dolo y consideró la situación económica de los imputados. La auxiliar fiscal Brenda Deroy advirtió que las quemas provocan accidentes de tránsito, daños a inmuebles, personas y animales, y que dos de los acusados ni siquiera tienen domicilio confirmado en la provincia.
Mientras tanto, los incendios siguen. Ayer, el ECIF intervino en un siniestro en Cevil Pozo que afectó una línea de alta tensión de Transnoa. Los peritos aún trabajan para identificar a los autores. Además, el MPF investiga a cuatro grandes cañeros, dos con ingenios, que denunciaron incendios en sus campos justo en los meses de mayor actividad. Los fiscales sospechan que podrían haber ordenado las quemas o no tomaron medidas para prevenirlas.
La estrategia judicial del MPF choca contra un muro de decisiones que priorizan medidas leves. El fuego avanza, los acusados repiten la maniobra, y la Justicia parece mirar hacia otro lado.