Un hecho alarmante sacudió a la comunidad educativa del CPEM 33 de Vista Alegre, en Neuquén. El pasado jueves, un adolescente de 17 años ingresó armado al colegio con un cuchillo y una manopla, lo que obligó a evacuar el establecimiento. Según testigos, su madre habría sido quien colocó las armas en la mochila del joven, generando una ola de denuncias y preocupación entre padres, docentes y autoridades.
La situación se tornó crítica cuando los docentes descubrieron el armamento y convocaron a las familias para retirar a sus hijos. La Policía local intervino rápidamente y activó un protocolo de emergencia para resguardar a los estudiantes, mientras el adolescente era retirado por una puerta lateral.
La madre, señalada como cómplice del ingreso armado
De acuerdo con el testimonio de Josefina, madre de un alumno, la mujer responsable habría ingresado al colegio, exhibido las armas y declarado abiertamente su intención de entregarlas a su hijo. “Le dijo a los directivos: ‘Tengan constancia de que le estoy dejando una manopla y un cuchillo’”, relató la denunciante.
La madre del adolescente ya había sido señalada por episodios violentos previos, incluyendo agresiones físicas dentro del colegio. Varios padres afirman que el joven acumula más de 130 denuncias por hechos violentos, lo que agrava el temor de la comunidad.

Limitaciones institucionales frente a menores violentos
A pesar del historial del estudiante, las autoridades escolares explicaron que no pueden aplicar sanciones definitivas debido a su edad. Según se informó, se solicitó su pase al turno tarde y clases domiciliarias, pero la madre continúa llevándolo al colegio por la fuerza.
Este caso se suma a una serie de episodios similares ocurridos en el país durante el año. En mayo, un joven disparó en la vía pública tras asistir armado a una escuela en Villa Gobernador Gálvez. En abril, una alumna de Florencio Varela llevó una pistola y más de 150 municiones al aula. En Escobar, se descubrió un grupo de WhatsApp donde estudiantes planeaban un tiroteo escolar.
Urge revisar protocolos de seguridad escolar
La reiteración de estos casos pone en evidencia la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en instituciones educativas. Además, plantea interrogantes sobre el rol de las familias y el abordaje institucional frente a menores con antecedentes violentos.
La comunidad de Vista Alegre exige respuestas concretas y medidas preventivas para evitar que hechos como este se repitan. Mientras tanto, el colegio permanece en alerta y bajo seguimiento policial.